domingo, 22 de junio de 2008

Nos volveremos a ver

Así será…
Cuando haya conquistado tierras lejanas
Cuando todo el oro este a mi disposición
Cuando el mundo entero se arrodille a mis pies

Así será…
Cuando a fieras bestias derrote
Y sus cabezas presente ante ti
Cuando de sendas batallas salga victorioso
Y mis heridas presente ante ti

Así será…
Cuando los vientos del oeste respondan a mi voluntad
Y sus soplidos te presente, atrapados en la palma de mi mano

Solo en ese momento
Nos volveremos a ver
Sí… ya lo imagino

Será…
Un encuentro entre dos extraños

domingo, 15 de junio de 2008

Muñecas 1

1 – De hilos e idiotas (del idiota en general)

Son vacíos, dicen algunos
Mero entretenimiento, afirman otros

Lo cierto es
Que aquí me confieso
Y por esos hilos me dejo llevar
A veces certeza tengo que allí están
Otras no

Mas es necesario, debe ser así
Al menos para mí

Creo que sí, le contesto a mi sombra
Esos hilos mis órganos penetran
En mi carne se expanden y contraen
A mis huesos se atan
Por momentos los siento, por momentos no
Pero allí están, siempre
Un idiota sin rostro sería si negara su presencia

Y hablando de idiotas
Una feliz pregunta que se hacen
Una feliz pregunta que sostiene su existencia
Es la siguiente:
“¿Quién maneja esos hilos?”

Acaso el destino, dicen los mártires término medio
Acaso la providencia, contestan los mártires reales, más honestos que los anteriores
Serán “los otros”, sostienen con dubitación los alegres neuróticos, irresponsables, carentes de una ética que claman a gritos

Una sombra se perfila, y temerosa vocifera:
“Nadie”

Se ríen de ella, la señalan
“¡Idiota!, ¡Idealista!, ¡Imbécil libertina!” le responden

He aquí mi humilde opinión:
Idiota es la temerosa sombra
Más igual de idiota que los demás


2- De hilos y repeticiones (del idiota neurótico)

Continuando con mi confesión al público
Creo yo que posible es hablar de hilos en lugar de cuerpo
A fin de cuentas, eso somos
Solo hilos
Hilos que se condensan en máscaras, tal vez

Pero un ovillo neurótico es rescatable en este caso
“Asfixiado estoy en un mar de hilos”, claman ellos
Más si el llanto postergaran por un segundo
Notarían que su “yo” no es más que una pasajera hilacha

No obstante, algo destaco de estos débiles personajes
Su queja por la repetición

Ni los mártires ni ninguna otra clase de idiotas la supieron remarcar
Y si bien su queja (la neurótica) es molesta
Y se ahoga en ese océano que ellos mismos demandan

¿Por qué los hilos repiten constantemente los mismos movimientos?

Sí, a veces se cortan unos y anudan otros
A veces penetran este o aquel órgano
Pero, en resumidas cuentas, sus movimientos se repiten
Si lo hacen cíclicamente, aún no lo se
Más sostengo
Que pensamos ser hilos de diferente color
Cuando el mismo tono opaco todos tenemos
(Ironía que el idiota neurótico nunca puede comprender)

Y en esos momentos en que nos preguntamos
“¿Quién maneja los hilos?”
En donde la ironía se exterioriza
En donde el movimiento de los hilos lleva a los idiotas a la cúspide de esa repetida duda
En ese momento
Un mandato aún más idiota se impone:
“Cortemos esos hilos”

Más detrás de eso
Solo hay un aburrido cuerpo
Unos aburridos huesos
Unos mediocres órganos
Si esos hilos ayudan a combatir esta mediocridad humana
Acaso debo concluir
“¿Bienvenidos sean?”…

Muñecas 2

-¿Con que muñecas jugaremos hoy?
-No lo sé
-Pues, contemos…tenemos… una…dos…tres
-Mantengamos las dos primeras… pero cambiemos la tercera
-¿Por qué siempre quieres cambiar la tercer muñeca?
-La tercer muñeca debe variar, de modo contrario, no es divertido jugar con ellas
-¿Y Por qué siempre mantenemos dos?
-Pues… porque esto recién comienza

lunes, 9 de junio de 2008

Sin

Destruir
Eso es lo que recomiendo a todos
Nada más, nada menos
Nada más placentero
Que sentir el despedazar de un cuerpo
El seccionar
Más aún cuando se lo aplica a uno mismo

Más si es un lector algo despierto
Notara que no hablo más que de uno mismo

El arte de la automutilación
No lo tome en sentido literal
No es necesario que se aplique sobre su pobre cuerpo material
Las heridas allí, generalmente, sanan
Más divertido es aplicarlo donde más le duele a uno
A su propio ser
A su propia existencia

Allí esta lo bello
La autodestrucción
Sin creación posterior
Cual banal excusa para justificar un estado actual de dolor

Ser humano
Aunque sea por un instante
Sufrir al destruirse
Y sentirlo
Sin mediación
Sin segundos
Ni mucho menos terceros

Y quédese tranquilo, amigo lector
El cuerpo se lo retribuirá tarde o temprano

domingo, 1 de junio de 2008

Rostro

Ahí estaba, arrodillado a la orilla del río
Era de noche
No obstante, la luz que emitía la luna le permitía observar su rostro reflejado en el agua
Ese rostro….ese rostro que tanto odiaba
Y así comenzó su agitado sollozo

-¡Su visión me limita! (Le reclamaba enfurecido a sus ojos)
-Te permitimos una visión, ¿qué mas quieres de nosotros? (Contestaban ellos)
-Quiero ver aún más… más allá de esta periferia que ustedes proyectan en mí… sé que hay algo más allá. ¡Déjenme verlo!
-¿Acaso lo que ves no te satisface?
-No… una sola visión… eso no me satisface.
-Pues lo siento, nada más podemos ofrecerte

-¡Su audición me limita! (Le reclamaba enfurecido a sus oídos)
-¿Pero que dices? (Contestaban ellos). Gracias a nosotros puedes oír al mundo del cual formas parte
-Pero no puedo oírlo todo. ¡Y eso es lo que quiero!
-Problema tuyo es. Más que tu actual audición no podemos ofrecerte
-Sé que hay mas sonidos en la naturaleza… sé que en este momento hay una gama infinita de sonidos a mi alrededor… pero ustedes…malditos… me impiden escucharlo todo… ¡Malditos sean!

-¡Sus palabras me limitan! (Le reclamaba enfurecido a su boca). Y no solo eso, ¡su limitada movilidad también limita mi expresión!
-¿A que te refieres? (Ella le contestaba). Los sonidos que emitimos, las palabras, te permiten comunicarte con otros.
-Pero eso no me basta… ¡Las palabras no me bastan para expresarme!. Su pobre capacidad de emitir sonidos me limita
-Además te quejas de nuestra movilidad… ¿acaso no te permitimos sonreír, o expresar tristeza, o indiferencia? ¿No es eso suficiente para ti?
-¡No!... de solo imaginar la infinita gama de expresiones que su movilidad me impide exteriorizar… ¡Inútil eres, boca!

Mientras el martirio agonizante continuaba, el mercader de máscaras hizo su aparición
-Veo que algo lo tiene muy mal, querido amigo. He escuchado sus gritos a varios metros de distancia. Ellos me trajeron hasta aquí
-Es… no se si usted lo entendería… pero mi rostro…
-Dígame… ¿usted siente que su rostro lo limita?
-¡Así es!... y… realmente, vivir así ya no puedo… vivir así ya no quiero.
-Bueno, querido amigo, todos nos encontramos limitados en algún punto. El rostro es solo una entre tantas… ¿acaso tan mal le hace esa limitación particular?
-Sí… quiero ver mas allá… quiero oír más allá… quiero… quiero vivir más allá
-Lo entiendo.
-…
-Puedo ver que realmente usted sufre por la causa que menciona… pues, mi querido amigo, un mercader de máscaras soy. Ninguna de mis actuales máscaras podría ofrecerle aquello que usted busca.
-…
-No obstante, algo podría hacer por usted. Podría librarlo del sufrimiento que le implica poseer su actual mascar… es decir, su actual rostro.
-Agradezco su oferta, querido mercader. Realmente ya no quiero conti…

La frase se vio interrumpida abruptamente, puesto que el mercader le clavó su mano derecha sobre el rostro que tanto le aquejaba.
Primero le extrajo esos ojos que tanto le molestaban
Luego seccionó esas orejas que tanto le perturbaban
Finalmente le arrancó los labios que tanto limitaban su expresión
Mientras la sangre brotaba a montones, el mercader, con cuchillo en mano, cuidadosamente comenzó a extraer la restante piel del rostro.
Una vez extraída, dejo que el cuerpo sin vida cayera al río.
Levantó la piel, y a la luz de la luna, feliz expresó

-Una nueva máscara para mi colección. La máscara del idiota.