domingo, 15 de junio de 2008

Muñecas 1

1 – De hilos e idiotas (del idiota en general)

Son vacíos, dicen algunos
Mero entretenimiento, afirman otros

Lo cierto es
Que aquí me confieso
Y por esos hilos me dejo llevar
A veces certeza tengo que allí están
Otras no

Mas es necesario, debe ser así
Al menos para mí

Creo que sí, le contesto a mi sombra
Esos hilos mis órganos penetran
En mi carne se expanden y contraen
A mis huesos se atan
Por momentos los siento, por momentos no
Pero allí están, siempre
Un idiota sin rostro sería si negara su presencia

Y hablando de idiotas
Una feliz pregunta que se hacen
Una feliz pregunta que sostiene su existencia
Es la siguiente:
“¿Quién maneja esos hilos?”

Acaso el destino, dicen los mártires término medio
Acaso la providencia, contestan los mártires reales, más honestos que los anteriores
Serán “los otros”, sostienen con dubitación los alegres neuróticos, irresponsables, carentes de una ética que claman a gritos

Una sombra se perfila, y temerosa vocifera:
“Nadie”

Se ríen de ella, la señalan
“¡Idiota!, ¡Idealista!, ¡Imbécil libertina!” le responden

He aquí mi humilde opinión:
Idiota es la temerosa sombra
Más igual de idiota que los demás


2- De hilos y repeticiones (del idiota neurótico)

Continuando con mi confesión al público
Creo yo que posible es hablar de hilos en lugar de cuerpo
A fin de cuentas, eso somos
Solo hilos
Hilos que se condensan en máscaras, tal vez

Pero un ovillo neurótico es rescatable en este caso
“Asfixiado estoy en un mar de hilos”, claman ellos
Más si el llanto postergaran por un segundo
Notarían que su “yo” no es más que una pasajera hilacha

No obstante, algo destaco de estos débiles personajes
Su queja por la repetición

Ni los mártires ni ninguna otra clase de idiotas la supieron remarcar
Y si bien su queja (la neurótica) es molesta
Y se ahoga en ese océano que ellos mismos demandan

¿Por qué los hilos repiten constantemente los mismos movimientos?

Sí, a veces se cortan unos y anudan otros
A veces penetran este o aquel órgano
Pero, en resumidas cuentas, sus movimientos se repiten
Si lo hacen cíclicamente, aún no lo se
Más sostengo
Que pensamos ser hilos de diferente color
Cuando el mismo tono opaco todos tenemos
(Ironía que el idiota neurótico nunca puede comprender)

Y en esos momentos en que nos preguntamos
“¿Quién maneja los hilos?”
En donde la ironía se exterioriza
En donde el movimiento de los hilos lleva a los idiotas a la cúspide de esa repetida duda
En ese momento
Un mandato aún más idiota se impone:
“Cortemos esos hilos”

Más detrás de eso
Solo hay un aburrido cuerpo
Unos aburridos huesos
Unos mediocres órganos
Si esos hilos ayudan a combatir esta mediocridad humana
Acaso debo concluir
“¿Bienvenidos sean?”…

1 comentario:

Lp dijo...

Me gustó mucho... creo que es lo más me gustó de todo lo que has escrito hasta ahora. (posta)
Gracias por todo batatita!
te quiero
mUaK
Leti
(estoy corta de tiempo después me explayo más en persona)